Las plantas carnívoras no son aquellas plantas agarradas del diablo que nos imaginamos, aquellas raras creaciones de la naturaleza que de un bocado devorarían a uno o más seres humanos.
En realidad son meras adaptaciones evolutivas (como respuesta a su entorno, como la falta de nutrientes en el suelo en el que crecen) que han derivado en algo muy curioso para el hombre.
Estas plantas denominadas carnívoras, deben su nombre a el uso de diferentes mecanismos para hacerse de alimento, que les ayude a satisfaser sus necesidades de diferentes nutrientes.
Las plantas carnívoras se encuentran ubicadas en 6 ordenes(1) como son:
O. Sarraceniales
Fam. Sarraceniaceae
Géneros: Heliamphora, Sarracenia y Darlingtonia.
O. Nepenthales
Fam. Nepenthaceae
Género: Nepenthes
Fam. Droseraceae
Géneros: Dionaea, Aldrovanda, Drosophyllum y Drosera
O. Violales
Fam. Dioncophyllaceae
Género: Triphyophyllum
O. Saxifragales
Fam. Byblidaceae
Género: Byblis
Fam. Cephalotaceae
Género: Cephalotus
O. Scrophulariales
Fam. Lentibulariaceae
Géneros: Pingüicola, Utricularia, Biovularia, Polypompholyx y Genlisea
Fam. Martyniaceae
Género: Ibicella
O. Bromeliales
Fam. Bromeliaceae
Géneros: Brocchinia y Catopsis
Este tipo de alimentación que incluye en su mayoría insectos, así como pequeños anfibios y hasta aves pequeñas (que llegan a caer en sus trampas), tiene como objetivo satisfacer las necesidades de estas plantas de Nitrógeno, Potasio, Calcio, Fósforo, Magnesio y Fierro, dependiendo de la planta que se trate, varía la necesidad. Si bien es cierto que las plantas carnívoras crecen sin la ingestión de algún tipo de insecto, los organismos que llevan a cabo la degradación de estos, se desarrollan mejor. Por lo tanto este mecanismo de alimentación, aunque no es indispensable, le confiere a la planta una mejor oportunidad de sobrevivir y hacer frente a las diferentes condiciones a las que se enfrenta.
Juniper, B. E. 1989. The Carnivorous Plants. Oxford. Gran Bretaña
de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas
