Bueno, como habrán visto los que pasan por el pasillo que lleva al edificio de Botánica, un accidente durante las obras de remodelación del pasillo terminaron provocando una fuga que hasta ahora no ha podido ser debidamente reparada.
Me han llegado (y yo me uno a ellas) muchas críticas debido al mal ejemplo que cunde en este descuido, pues nuestra escuela debería ser ejemplo de cuidado de los recursos naturales.
No solamente es el hecho de una fuga lo que importa, esta vez quiero llamar la atención a la comunidad escolar. Si bien esta situación es muy señalada, debemos recordar que en nuestra escuela, por desgracia, nuestra deficiente cultura del agua se manifiesta en muchas otras formas.
Por ejemplo, no podemos reusar el agua que se usa en los refrigerantes de muchos laboratorios.
Existen llaves que siempre gotean.
Nunca falta aquél que cierra mal la llave de la tarja
Aún hay quien arroja cualquier residuo a la tarja
Etc.
Ciertamente, existe una deficiencia material para arreglar muchos desperfectos, sin embargo creo que es necesario que toda la comunidad escolar ponga de su parte para el cuidado del agua.
Es importante, ya que actulmente se está sufriendo una deficiencia de agua. Recordemos que una cantidad considerable de agua potable se pierde debido a fugas, y esa agua que se desperdicia aquí, podría ser la que falte en nuestras casas.
Por último, he de felicitar a todos aquellos que con su ejemplo nos enseñan como hacer bien las cosas, como muchos de nuestros profesores, quienes llevan la pauta y no sólo en la escuela, sino también en sus vidas.
Por una cultura ambiental en la ENCB
