
Hace un cuarto de siglo, en lo que se conoce como la zona Mixteca, un mexicano de escasos 18 años decidió cambiar el destino de los pobladores de esas tierras yermas y erosionadas por siglos de mal manejo, donde los jóvenes se iban para no volver y fundó el Centro de Desarrollo Integral Campesino de la Mixteca.
Años de esfuerzo y cuidado han desembocado en la siembra cuatro millones de árboles de especies nativas, la tierra reverdece y vuelve a dar sus frutos. La gente ya no tiene que emigrar para conseguir sustento, y una red de producción orgánica les da lo necesario para vivir.
Y todo gracias a la iniciativa de Jesús León Santos y sus amigos.
Ahora, él ha recibido el Premio Ambiental Goldman. Este premio es el equivalente al Nobel en materia ambiental, consta de una dotación de 150.000 USD ($2,154,000 M.N.) y se entrega cada año, en el mes de abril, en la ciudad de San Francisco, California. Hasta ahora ha sido otorgado a defensores del ambiente de 72 países.
Uno puede creer que nuestras acciones no tendrás repercusión alguna, incluso que la iniciativa de unos pocos no generará grandes cambios. Yo les voy a decir algo. Los grandes cambios no existen. Son sólo la sumatoria de muchos pequeños cambios que en conjunto modifican por completo la dinámica de las cosas. Sólo falta alguien que accione la palanca, es decir, que ponga el ejemplo para que los demás no se queden atrás.
Sólo me resta enviar una ovación de pie a este gran luchador por la Tierra, esperando que, como a mi, sirva de inspiración a todas las generaciones actuales y por venir, para que comprendan que su esfuerzo no será en vano.
Fuentes:
www.mexicohazalgo.org.mx
www.teorema.com.mx